Ya pes, chinos contrabandeados.

El bus es de los mejores que he tomado, con sillas grandes y declinables, dos pisos, comidas incluidas, películas todo el tiempo y en el segundo pisdo al frente una mesa con sillas para poder jugar y hablar. El viaje no lo sentí pesado; primero vimos la colección de horror en dvd que consistía en ‘Saw’, ‘Hills have eyes’ y cuando pusieron la segunda de ‘Hills have eyes’ le dijimos que no más horror y pararon las películas por un rato. Me paré del asiento y me fuí a jugar cartas con una pareja de chilenos en la mesa del frente hasta que pusieron la película de Zohan y volví al asiento a verla. Por la noche volví a la mesa y me puse a hablar con un ecuatoriano/español/ gringo ingeniero de sonido que iba a ver a su hijo donde la ex que es actriz en Lima; no le pregunté el nombre. Pero lo más interesante del viaje era que estaban contrabandeando dos parejas de chinos en el bus. Solo hablaban chino e iban acompañados de un ‘coyote’ que solo hablaba español. Cuando se querían comunicar con él, llamaban a alguien por el celular que servía como traductor. Siempre que pasábamos por un retén policial o la frontera (había que parar para la salida de Ecuador y la entrada a Perú), o los bajaban y se iban en otro carro que los estaba esperando, o los escondían en los baños. Éramos todos haciendoles fuerza a los chinos que se veían mas desubicados que chino en bus de hispano. La sorpresa llegó después de pasar la frontera con Perú, donde un retén sorpresa de la policía nos paro y se subieron al bus antes de poder esconder a los chinos. El coyote ahí mismo bajo a hablar con el ‘superior’ mientras los otros dos revisaban documentos a todos los pasajeros. Cuando llegaron a los chinos empezaron a preuntarles en español y los chinos con cara de miedo les hacían senas que no entendían, hasta que el coyote subió y le dijo a los policías que su superior los estaba llamando. Después el coyote recolectó dinero de los chinos y salió del bus. Ellos se bajaron en una glorieta antes de llegar a la terminal, donde los estaba esperando un carro. Según un pasajero con el que hablé (que le había hecho senas a un chino para que le diera la comida que le iban a dar y no quería), el coyote le dijo que su destino era Brasil. Pasamos por Mancora pero decidí no bajarme ahí ya que decidí empezar a acelerar el viaje para poder estar a principios de Mayo de vuelta en casa para la graduación de la universidad de Diana (hermana) y AJ del colegio (primo).

Llegue a Lima y tome un taxi para ir a un Starbucks y encontrarme con Jean Pierre (JP), amigo donde me quede mientras estuve en la ciudad. Mientras lo esperaba me puse a hablar con un par de peruanas que me ofrecieron consejos de qué visitar. Llegó JP, fuimos a su apartamento para después seguir donde su mama que vive al sur de Lima. Esa noche fuimos a una discoteca al aire libre con banda en vivo y al otro día Jp me llevó a conocer Miraflores con una amiga suya. Volvimos a la casa de su mamá y me vistieron para celebrar el aniversario de casados de sus tíos. Esa noche los primos de JP me bautizaron ‘primo’ a punta de shots de pisco mientras JP fue a recoger una amiga al aeropuerto que llegaba de Greensboro (Lauren). También hubo un pequeño Carnaval con arlequines (no se como se llaman los personajes disfrazados que animaban la fiesta) y muchas bombas de esas largas con las que se hacen figuras, que yo había ayudado a inflar esa tarde. Al otro día fuimos a  la casa en la playa de la mama de JP y estuvimos ahí por dos días en la playa, piscina, jugando ping pong y montando en kayak con los primos y hermano de JP. Volvimos a Lima, visitamos el centro de noche (no tomé fotos) y al otro día me llevaron a un lugar como La Bahía en Ecuador o San Andresito en Colombia donde compré una camiseta y unos zapatos porque los míos ya casi ni tenían zuela. De ahí me dejaron en el bus destino a Ica.

Al llegar a Ica hablé con una pelada de Israel y tomamos un bus juntos a un hostal en Huacachina, un oasis donde hice sandboard, monté en buggy y esta vez si no trasnoché en la discoteca del hostal porque quede mamao. Al otro día fuí a las islas Ballestas en Paracas donde ví no-se-cuántas clases de aves marinas, lobos marinos y pingüinos, aunque no cacé ningüino. De ahí volví al hostal por mi mochila y arranqué a Nazca, donde solo pude ver las líneas desde una plataforma, ya que los pilotos estaban en huelga. Por la noche tembló mientras estaba en una sala de internét pero no hubo ningón herido… Todos muertos (mentira, no pasó nada). Tomé el bus a Cuzco para tratar de entrar a Machu Picchu así estuviera cerrado.